Muchos usuarios parecen subestimar la importancia de una buena placa base. No solo es la pieza encargada de proporcionar todas las interfaces que utilizas, sino que también es la vía por la cual todos los otros componentes se comunican entre sí. Por eso, escoger una de las mejores placas base es esencial al momento de construir tu computadora. Además, actualmente puedes conseguir una buena placa base sin gastar demasiado dinero.
Con esto en mente, ¿cuáles son las mejores placas base que puedes comprar?, ¿cómo escoger la mejor opción que esté dentro de tu presupuesto y que haga todo lo que necesitas?.
Escoger una placa base puede ser complicado al principio, así que nosotros lo vamos a simplificar.
Lo primero que tienes que considerar es el zócalo, que será uno Intel o uno AMD y que va a determinar cuáles CPU puedes usar. Si ya escogiste una CPU tienes que elegir una placa base que use el mismo zócalo. El zócalo de las CPU AMD de Ryzen es el AM4, mientras que todas las más recientes CPU de Intel de 10ª generación usan un zócalo LGA1200.
Luego deberás escoger el chipset. Este aspecto depende de tu presupuesto y lo que esperas de tu placa base. Normalmente, los chipsets de gama alta (como la serie X de AMD o la serie Z de Intel) vienen con características exclusivas. En el caso de Intel, los chipsets de la serie Z admiten overclocking. Y las opciones económicas también están mejorando. Por eso, a no ser que necesites esas características de gama alta, te irá bien con un chipset económico, especialmente si se trata de AMD.
Para continuar, tenemos el diseño de la placa base. Esto dependerá de la carcasa que escogiste, ya que una placa base grande no va a encajar en un chasis pequeño. ATX está considerada como la «estándar», sin embargo, si tienes una PC más compacta puedes escoger una ITX mini, o si quieres ir por todo lo alto puedes decidirte por la EATX. Las placas base más grandes también vienen con más ventajas, como más ranuras para RAM, más ranuras PCIe y algunas veces incluso más ranuras de almacenamiento M.2.
Y por último pero no menos importante debes considerar los beneficios extra que te proporcionará tu placa base. No todas vienen con red inalámbrica, no todas tienen Gigabit Ethernet, un buen chipset de audio o Bluetooth. Al momento de escoger tu placa base tienes que considerar cuántas de estas características necesitas. Ah, y también debes decidir en cuáles estás dispuesto a gastar un poco más de dinero.
Habiendo aclarado todo esto, vamos a echarle un vistazo a las mejores placas base de Intel y de AMD.
Entre la gama más alta de las placas base Intel de ASUS se ubica la Maximus XII Extreme Z490. Aunque es costosa, esta placa base Z490 viene con muchas características que la convierten en la mejor opción prémium.
Además de verse bien, los disipadores térmicos que tiene en la parte inferior permiten que componentes como los drives M.2 y todo el chipset se mantengan frescos. También tiene un excelente enfriamiento para los VRM, lo cual ayuda mucho con el overclocking.
Esta placa base también viene con cuatro ranuras M.2, lo que te permite instalarle más que suficiente almacenamiento a tu máquina; además de cuatro ranuras DIMM que admiten memoria de doble canal. Añádele a esto que también tiene conectores USB 3.2, conectores de panel frontal Gen 2×2 y obtienes una combinación de características muy versátil.
De último pero no menos importante, no debemos olvidar la personalización. Tiene un OLED Livedash de 2 pulgadas, iluminación RGB Aura Sync de ASUS y le puedes poner encabezados direccionables para tener aún más RGB. El dinero que inviertes se ve justificado, incluso aunque es una placa base costosa.
Desde hace tiempo MSI es la marca favorita para hacer overclock. La MEG Z490 GODLIKE es otra de esas placas base prémium que te permiten aprovechar todo el potencial de tu CPU Intel de 10ª generación de la serie K.
Tiene un PWM Digital ISL rodeando el zócalo LGA1200 con 16+1+1 fases de alimentación inteligente 90A. Aunque el VRM requiere dos conectores de energía para CPU, también le proporciona al procesador energía estable y confiable para el overclocking.
Además, tienes cuatro ranuras DIMM que te permiten usar una memoria de doble canal, para ser exactos de hasta 128GB y hasta 5.000 MHz. Algo realmente impresionante. Tiene tres ranuras M.2 con disipadores térmicos además de puertos Thunderbolt 3 dobles en la parte de atrás. Ah, ¿y ya mencionamos la compatibilidad SLI y CrossFire? Sip, esta placa base lo tiene todo.
GIGABYTE tiene varias placas base. Sin embargo, ninguna ofrece tantos beneficios como la Z490 Gaming X. Es una placa base LGA1200 que no economiza donde no es necesario. Y aun así tiene un precio bastante impresionante para los estándares de cualquier persona.
A pesar de ser económica tiene un VRM digital de 11+1 fases y un disipador térmico MOS para el VRM. Lo que significa que tener energía estable y hacer overclocking no es un problema en lo absoluto. También tiene cuatro ranuras DIMM para memoria de doble canal, algo bastante bueno.
Desafortunadamente, por este precio solo obtienes dos ranuras M.2, una de las cuales tiene un disipador térmico. Sin embargo, en este rango de precios no nos vamos a quejar. De último pero no menos importante, obtienes Gigabit Ethernet de Intel, además de una excelente sección de audio con un codec ALC1200.
Si lo que necesitas es la mejor placa base que quepa en una carcasa pequeña no tienes que seguir buscando, la ROG Strix Z490-I es la solución. A pesar del tamaño pequeño de la ITX mini, esta placa base tiene un impresionante conjunto de características.
Primero lo primero, tiene un VRM de 8+2 fases con enfriamiento activo, sí, tiene un ventilador Delta Superflo integrado para que el VRM se mantenga fresco durante el overclocking. Además, tiene ranuras M.2 duales, así como un conector UBS 3.2 Gen 2 Tipo C. También soporta tanto DMI 2.0a como DisplayPort 1.4, así que en este sentido aporta un poco de versatilidad.
Como se esperaría de una placa ITX mini, tiene solo una ranura PCIe y dos DIMM, algo bastante estándar. Lo que no es tan estándar es el Wi-Fi 6 802.11ax y Ethernet de 2.5 GB, pero también los incluye. ¡Es excelente!
Sí, el rendimiento es el aspecto más importante de una placa base. Pero cuando también quieres que tu máquina se vea bien la placa base es un buen punto de partida. Para computadoras Intel, el Z490 Vision G de GIGABYTE es la opción perfecta. Es una placa base verdaderamente fabulosa con una PCB negra y disipadores de calor blancos por todos lados.
Tampoco se olvidaron de la funcionalidad porque tiene un VRM con 12 fases que se enfría de manera pasiva. Sin embargo, es posible hacer overclock. Con las cuatro ranuras DIMM tienes memoria dual, además de dos ranuras M.2 con un disipador de calor cada una.
Y por último, aunque no tiene Wi-Fi sí tiene Ethernet de 2.5GB, así como un excelente chip de audio con codec Realtek ALC1220-VB2.
Con un precio superior al de todo un sistema gamer de gama baja, seguro te estás preguntando si la MEG X570 GODLIKE vale la pena. Pero la respuesta es un sí absoluto, porque esta es probablemente la mejor placa base AM4 del mercado.
No solo tiene una sección VRM muy buena que garantiza la funcionalidad óptima del sistema bajo un uso muy pesado, sino que el chipset también tiene enfriamiento activo. Las tres ranuras M.2 tienen disipadores de calor, que las mantiene frescas.
MSI no escatimó con las ranuras DIMM, cuatro de estas aceptan hasta 128GB de memoria hasta 4600 MHz, algo realmente impresionante. También tiene cuatro ranuras PCIe 4.0 X16, además de LAN de 2.5GB, y una tarjeta LAN de 10GB incluida. Si también consideras una Iluminación RGB Mystic, Wi-Fi 6 y Bluetooth esta placa E-ATX se convierte en una excelente opción.
Quizás los apasionados del tema quieran corregirnos porque a las CPU Ryzen no se les puede hacer mucho overclock manualmente. Pero la X570 AORUS Xtreme sigue siendo la mejor placa base si lo que quieres es llevar tu CPU al límite.
No solo tiene un sistema de tubería de calor Direct-Touch con almohadillas térmicas LAIRD y un enfriamiento pasivo del VRM, sino que además el VRM es un modelo de 16 fases directas. Lo que proporciona una alimentación de energía estable incluso con el PBO del procesador activo y empujandolo al límite.
Además de todo esto, la X570 AORUS Xtreme tiene todo lo que esperarías de una placa base de gama alta. Tiene cuatro ranuras DIMM para memorias de canal dual, tres ranuras M.2 con disipadores de calor y un diseño todo en negro verdaderamente asombroso que admite RGB Fusion 2.0. En general es una fabulosa opción de gama alta.
Si no necesitas muchas funciones de gama alta y simplemente quieres una placa base AM4 confiable, la B450 Tomahawk MAX es tu mejor opción. Es la sucesora de la Tomahawk y una de las placas B450 con mejores ventas del momento.
Esta placa base viene con una sección VRM bastante razonable, que no es nada demasiado novedoso pero cumple bien su función. Tiene cuatro ranuras DIMM que soportan memorias hasta 4133 MHz, algo que no encuentras en muchas otras placas económicas. Además, tanto el VRM como el chipset tienen enfriamiento pasivo que proporciona fiabilidad y ayuda a mantener la temperatura baja.
Además, ofrece una ranura M.2 para almacenamiento, además de un conector USB 3.2 Gen 2. En general es una maravillosa placa económica que no te dejará en bancarrota.
ASROCK no es conocido por dejar por fuera características importantes en sus productos pequeños, y la Phantom Gaming-ITX/TB3 es un ejemplo perfecto. Es una placa base compacta con un diseño ITX mini que incluye todos los componentes clave que necesitas con una buena placa X570.
Para comenzar, todos los componentes de la placa tienen enfriamiento, desde el VRM hasta el chipset. Tiene dos ranuras DIMM y admite hasta 64GB de hasta 4533 MHz, un número bastante alto. También tiene una ranura M.2 Hyper, además de algo que no encuentras en ninguna otra placa base AMD: un puerto Thunderbolt 3 en la parte trasera.
Esto, combinado con aspectos como Gigabit LAN, Wi-Fi 6 802.11ax y Bluetooth 5.0, da como resultado una compacta placa base excelente por un precio razonable. Ah, y también tiene iluminación RGB Polychrome Sync.
La última placa base que vamos a reseñar es la ASUS ROG Strix B550-F Gaming. Una opción excelente para una máquina toda en color negro. Es una placa base AXT con el nuevo chipset de AMD, B550, y cada centavo invertido vale la pena.
Siendo un chipset B550 tiene características como una PCIe 4.0, algo que solía estar reservado enteramente para los chipset de la serie X. También tiene un excelente diseño de energía y disipadores de calor sin ventilador en el VRM y el chipset, que hacen un trabajo excelente manteniendo frescos los componentes más importantes.
En cuanto a características, ofrece muchas: LAN de 2.5GB, Wi-Fi 6, HDMI 2.1 además de un codec SupremeFX S1220A para la sección de audio. Si quieres lo mejor y más reciente sin gastar demasiado, esta es la mejor placa base.
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